Ya sabemos que tenemos ante nosotras y nosotros una emergencia climática que pone en jaque la vida tal y como la conocemos. Y que, por supuesto, está estrechamente asociada a otras muchas crisis que nos afectan directamente, pues tiene relación con la crisis económica, el aumento de las desigualdades, el acceso a la alimentación y al agua, y un largo etcétera.
¡Pero estamos a tiempo de ponerle freno! Es decir, reducir las graves consecuencias que se derivan de todo esto. Estamos a tiempo, pero tampoco nos queda muchísimo. Como estamos a tiempo (pero tampoco nos queda muchísimo), lo más sensato, justo y urgente es que nos pongamos manos a la obra. Y, si lo podemos hacer con el máximo posible de alegría y compartiendo con otras personas, pues ¡mucho mejor! Es un reto, y ante los retos nos plantamos con decisión, con firmeza, con la frente bien alta y de mano de la familia, amistades y compañeras y compañeros de fatigas.
Celebrar las fiestas populares de cada comunidad, de cada municipio, etc., es vitalidad, es amistad, es conocimiento, es identidad cultural (valores, tradiciones, creencias, etc.). En estas fiestas se deja ver la afectividad entre las personas, la unión de una comunidad, lo bello de disfrutar las fiestas del barrio con tus vecinas y vecinos, vecinas de toda la vida. Merece la pena mantenerlas y son un buen punto de partida para sembrar sostenibilidad.
¿Qué recoge esta guía?
Pues algunas ideas para que usemos menos energía, materiales y otros recursos naturales. Esto es importante que se haga desde casa, desde la ciudadanía, desde las administraciones, desde las empresas… pero, por ahora, vamos a ver algunas de las cosas que podemos hacer la ciudadanía. Concretamente, desde nuestros barrios y colectivos. Es interesante cómo las fiestas populares son un lugar no sólo de encuentro y recreo, sino también de creación de comunidad y, por supuesto, de educación. Nos pasamos la vida entera aprendiendo, ¿por qué no aprovechar este espacio de lujo que son los encuentros vecinales para organizar comidas, juegos, concursos, carreras, etc.?
Se tratan aspectos fundamentalmente ambientales. Aunque sabemos que lo ambiental es también social, y viceversa. Pero habrá que plantearse, en cada situación, si hay otras cuestiones sociales que se desee atender también.